El Error Más Común en la Crianza de los Niños

Basado en la Biblia y mi observación personal, es hablar demasiado y muy relacionado es olvidar. Por favor, déjame explicarte.

Todos hemos visto padres persuadiendo, amenazando, gritando, etc. para que el niño se comporte bien. Típico, el niño solo pausa brevemente, y pronto sigue con lo mismo.

Una vez conocí a un joven muy afortunado quien dijo que su madre era perfecta y nunca jamás había escuchado a ella hablar groseramente. Sin embargo, como directora de la escuela en la disciplina era muy efectiva. Una vez educadamente enfrentó a un estudiante con: “Vuelve a la clase, o serás expulsado.” Él cumplió de inmediato y advirtió a otros “no se metan con la directora.” Tales palabras suaves eran tan eficaces porque el sabía que se respaldarían con acción.

Si ella hubiera hablado con dureza en ira, todavía habría dependido en respaldar sus palabras con la acción, pero: “La suave respuesta aparta el furor, pero la palabra hiriente hace subir la ira.”. Proverbios 15:1 Así, si hablas con dureza a tu hijo, estará enfadado y no cooperativo.

El punto es consistentemente respaldar tus palabras con la acción adecuada y no hablar
con dureza, grosería o menosprecio a tus hijos. Es mejor no decir nada si no puedes, no
quieres, o no intentas respaldar tus palabras con acciones. Es lo que llamo hablar demasiado. También se conoce como el fastidio y es perjudicial para otras relaciones humanas. Si no puedes tratar con mal comportamiento en el momento, necesitarás tratarlo más adelante, pero si habitualmente olvidas, el niño aprende a no obedecerte.

Puedes exasperarte hasta que no puedes evitar enfadarse y hablar severamente, pero no
si tu hijo obedeciera tus palabras suaves. Pero primero hay que establecer un patrón
de ser razonable, con el respaldo de tus palabras con la acción apropiada.

Los métodos modernos populares tienden a ser tales como “hablar con su hijo”, “razónar con él”, trucos para manipularle para hacer lo que quieres, o restringirle físicamente. La autoridad de los padres tiende a ser denigrada. “La necedad está ligada al corazón del niño, pero la vara de la disciplina lo alejará de ella.” Proverbios 22:15. Necedad por definición significa no ser susceptible a la razón, así ¿cómo puede servir hablar o razonar? Nalgadas tiene mala fama estos días, así que no te atrevas a hacerlo en público, o corres el riesgo de interferencia severa de servicios de protección infantil. Pero sin duda aquí hay algo más que meras nalgadas físicas, significando que algún tipo de disciplina es necesario, posiblemente tan simple como negar helado si eso es suficiente. Disciplina no debe ser más dura de lo que es necesario y hecho con amor, una disciplina suave generalmente será suficiente. Pero si utilizas palabras duras, provocarás ira en el niño y una disciplina efectiva será más difícil.

La gran confusión es ser amable versus disciplinar parece contradictorio, y difícil hacer las dos cosas. Pero si tu disciplina es una acción concreta, no regaños, así puedes tener una actitud amable, gentil y amorosa para con el niño mientras que lo disciplinas, y puedes cumplir con el ideal bíblico de “…hablar la verdad en amor…” Efesios 4:15. Nadie es perfecto, y si hablamos con severidad debemos confesarlo a Dios y al niño: “Si confesamos nuestros pecados, El es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda iniquidad.” 1 Juan 1:9 Si nos damos cuenta de no ser razonable, se puede decidir no castigar, pero el padre debe estar en control, no el niño.

Otros puntos. El orgullo es una emoción muy fuerte y si le lastimas el orgullo del niño, tendrás un niño resistente. Así que debes evitar la confrontación, burlas, sarcasmo, menosprecio, etc. Es apenas la obediencia si tienes que enojarte antes de que el niño obedece. Elogios merecidos no es consentir al hijo, sino es mostrarle el amor que necesita. Todos los mandatos deben ser justos y razonables. Mejor son pocas reglas con todas obedecidas más que un montón de reglas con pocas obedecidas. Hacer saber por qué debe hacer algo debe ayudar al niño a hacerlo mejor. Una buena prueba de si un niño es obediente es que él vendrá cuando se le pide. Debe haber franqueza entre el niño y los padres para que el niño puede cuestionar respetuosamente al padre. Si un niño no aprende control de si cuando es joven, tendrá que aprender por los golpes duros de la vida cuando sea mayor. Es muy importante dar buen ejemplo para que el padre tenga la autoridad moral para poner disciplina, pero el buen ejemplo sólo no es suficiente. La disciplina según las ordenanzas de Dios no suprime a la iniciativa, ni la creatividad ni la inteligencia, sino más bien: “…habiendo sido libertados del pecado, ustedes se han hecho siervos de la justicia.” Romanos 6:18. Hace que el niño sea libre para ser todo lo bueno que puede ser. Un niño bien comportado naturalmente tiene autoestima porque en su conciencia dada por Dios él sabe que está actuando bien y así será naturalmente feliz.

Castigos malos. Regaño no es una disciplina buena porque las palabras duras y despreciables son el castigo. Aislamiento, como enviar el niño a su habitación podría criar alejamiento de la familia. Ignorando el mal comportamiento tampoco es la manera de Dios. Decirle a un niño que está haciendo mal o citando la Biblia mientras se le permite seguir actuando no correctamente endurecerá su conciencia, y será más difícil para él vivir en paz con su prójimo y obedecer a Dios.

“Aleja de mí la mentira y las palabras engañosas…” Proverbios 30:8a Personalmente
nunca ni siquiera dejé que mis hijos creyeran que hubo el Papá Noel o el Conejo de Pascua. No quería que más tarde creyeran que Dios también podría ser un cuento de hadas, y que me creerían si les dijera que las drogas o las prácticas inmorales son peligrosas.

Ten el objetivo de tratar a tus hijos con respeto, lo mismo como a un invitado honrado.
Eso no significa que no le disciplines cuando sea necesario, o que no estés en control.

La sociedad antes solía sostener valores cristianos y apoyaba la autoridad de los padres, pero ya no. Si tu hijo es ofendido por ti, será presa fácil para los valores anticristianos de la sociedad. No hay garantías, en particular si tu hijo tiene el cerebro dañado por vacunas o hay factores fuera de tu control. Pero haciéndolo por la manera de Dios, con disciplina en amor y bondad y siendo un amigo genuino de su hijo, ofrece la mejor esperanza del éxito. He observado a muchas familias cristianas exitosas que se han adherido a los principios de Dios.

Quien se apega a los principios de Dios se beneficiará, pero mas eficaz sería hacerlo con el poder del Espíritu Santo de Dios dentro de ti. Lo mas importante de todo es la salvación de tu alma que es personal entre tu y Dios y no depende en ritos ni clérigos ni tradiciones ni buenas obras, ni de pertenecer a ninguna iglesia ni religión. “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras…” Efesios 2:8-9 No importa la persona que eres ni lo que has hecho: “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad.” 1 Juan 1:9 Ora hoy para poner tu fe sólo en Jesucristo: “Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.” Juan 3:16 Luego estudia la Biblia para complacer a Dios: “…si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha pasado, ha llegado ya lo nuevo!” 2 Corintios 5:17

Por favor ora así con toda sinceridad: “Querido Señor Jesús, confieso que soy un pecador y te pido perdón. Creo que moriste para perdonar mis pecados y resucitaste de entre los muertos. En ti confío y te sigo como mi Señor y Salvador. Por favor guía mi vida y ayúdame a hacer tu voluntad. En el nombre de mi Señor Jesucristo, Amén”.

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